Un problema bastante común en la gestión diaria de la empresa es la ejecución de las tareas entre diferentes departamentos, o incluso en diferentes estratos de un mismo departamento.

La información sobre las tareas habitualmente es sesgada, los objetivos y las prioridades no suelen coincidir. Esta confusión estriba en dilaciones en los proyectos, confusión en la comunicación con los clientes y en suma, una mala imagen de la empresa e incluso un clima de trabajo enrarecido entre los diferentes departamentos.


La gestión eficaz de la comunicación es uno de los auténticos retos de las empresas de hoy día. Existen ya softwares que aportan valor. Sin embargo, la mayoría carece de la profundidad necesaria para poder gestionar de manera eficiente todos los casos que se presentan en la empresa.


Las tareas, los grupos de trabajo y las comunicaciones necesitan estar totalmente integradas entre sí para poder ser los suficientemente potentes como para cubrir las necesidades dinámicas de las personas y los equipos.
Por otro lado, el sistema debe estar orientado al trabajo por objetivos, que deben ser medibles y comprobables en tiempo real, de manera que se puedan alinear con las diferentes partes de la empresa.


No se trata sólo de comunicar, sino de integrar equipos y personas para que los objetivos e intereses estén orientados en el sentido adecuado, y en el momento de trabajar sobre cualquier tarea, exista una correcta comunicación y coordinación.